Solidaridad ciudadana
“La paz no es un concepto abstracto, alejado de nuestra vida cotidiana. Se engendra en medio de la realidad de nuestro diario vivir, cuando sembramos, en lo más recóndito de nuestro ser, las semillas que le dan vida y las hacemos germinar a lo largo de nuestra existencia. Sé, sin el menor asomo de duda, que ese es el camino que conduce a una paz imperecedera.” [1]--Daisaku Ikeda
Las exposiciones como «Semillas del cambio: La Carta de la Tierra y el potencial humano», creadas por la SGI y la Carta de la Tierra Internacional, buscan promover una ética de responsabilidad ante los desafíos sociales y globales. (India, septiembre de 2007)
En 1975, se estableció la Soka Gakkai Internacional (SGI), institución de carácter global que agrupa a las organizaciones independientes de la Soka Gakkai de distintos países, bajo la presidencia de Ikeda.
En 1983, la SGI fue acreditada como organización no gubernamental (ONG) con estatus consultivo del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas (ECOSOC). En el marco de esta función, la SGI ha venido desarrollando una intensa labor de sensibilización y educación pública en temas como la paz, el desarme, la educación en derechos humanos, el medio ambiente y la sostenibilidad, así como la igualdad de género y el empoderamiento de la mujer. También ha mantenido una activa participación en tareas de ayuda humanitaria.
Ikeda promovió entre los miembros de la Soka Gakkai un firme sentido de responsabilidad por los desafíos sociales y globales. Ese mismo espíritu de ciudadanía global es un rasgo distintivo de las diversas instituciones educativas que fundó. Para los miembros, la misión de la Soka Gakkai trasciende la práctica religiosa en particular y se orienta a aplicar la sabiduría budista a la tarea de resolver los problemas que aquejan al mundo, al tiempo que, contribuye a la construcción de puentes de solidaridad en pos de la justicia social y la paz. Esta forma de compromiso puede contrastar con la imagen tradicional del budismo como una práctica de alejamiento apacible frente a la compleja realidad social.
El sentido profundo de este compromiso social de la Soka Gakkai quedó claramente expuesto durante el viaje a la Unión Soviética que Ikeda realizó en 1974, cuando el primer ministro soviético Aleksey Kosygin le pidió que definiera la orientación ideológica del movimiento budista que dirigía. Su respuesta fue: «Creo en la paz, en la cultura y en la educación, cuya base fundamental es el humanismo».[2]
Desde entonces, la promoción de la paz, la cultura y la educación, basada en el respeto por la dignidad de la vida se ha convertido en el principio rector de la Soka Gakkai, y continúa guiando el amplio abanico de actividades que desarrollan tanto sus organizaciones en cada país como sus miembros en forma individual en distintos contextos sociales. (En 2021, se dio a conocer la Carta de la Soka Gakkai que enuncian los principios que han de regir el compromiso social de la organización).
Respaldo a la ONU
Como presidente de la SGI, Ikeda comenzó a presentar propuestas anuales de paz en 1983, año en que esta organización fue acreditada como ONG vinculada a las Naciones Unidas. Las 40 propuestas, junto con otras declaraciones que emitió a lo largo de los años, ofrecen enfoques concretos para afrontar los desafíos globales desde una perspectiva inspirada en la filosofía humanista del budismo. Uno de los temas centrales y constantes fue la necesidad de revitalizar y fortalecer el papel de la ONU.
Los voluntarios de la Soka Gakkai, principalmente jóvenes, recogieron unos 13 millones de firmas en apoyo a la campaña antinuclear, Abolition 2000
«Es necesario hacer de las Naciones Unidas el territorio clave y el centro de nuestros esfuerzos», afirmaba Ikeda. «Las cuestiones extremadamente complejas a las que debe hacer frente el género humano –el terrorismo, los conflictos armados, la pobreza, la degradación ambiental, el hambre y la enfermedad— no reconocen fronteras de ninguna clase. La reforma y el fortalecimiento de la ONU es un factor esencial para generar una verdadera respuesta a los retos globales de la nueva era».[3]
Estas propuestas han servido también para definir y orientar las iniciativas por la paz que desarrollan la Soka Gakkai y la SGI en todo el mundo. Entre ellas, cabe mencionar «Victoria sobre la violencia», un programa de educación entre pares sobre la no violencia organizada por los jóvenes y presentada en centros escolares de Estados Unidos; la campaña por la abolición de las armas nucleares, que en 1997 presentó trece millones de firmas a la ONU; o la recopilación y publicación de testimonios sobre experiencias vividas durante la guerra. Otro pilar de su acción educativa, desde hace ya muchos años, han sido las exposiciones internacionales a gran escala sobre temas como el desarme nuclear, la sostenibilidad y los derechos humanos.
Ikeda mantuvo diálogos con los secretarios generales Kurt Waldheim, Javier Pérez de Cuéllar y Boutros Boutros-Ghali, y recibió reconocimientos de la ONU y del ACNUR.
En agosto de 2006, se reunió con el subsecretario general Anwarul K. Chowdhury, y presentó una propuesta titulada Fulfilling the Mission: Empowering the UN to Live Up to the World’s Expectations (Una misión que cumplir: Fortalecer las Naciones Unidas para responder a la expectativa mundial, traducción tentativa).
Asimismo, fundó diversas instituciones dedicadas a la paz, la cultura y la educación, con el propósito de fomentar la colaboración y la cooperación internacional en torno a estos valores compartidos.
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