Una humanidad universal
“Las diferentes civilizaciones han desarrollado individualmente expresiones de su sabiduría. Ha llegado el momento de unirlas para resolver los problemas que enfrenta el mundo. La única manera de lograrlo es generar una amplia solidaridad que trascienda las diferencias étnicas, religiosas e ideológicas. El budismo postula una forma de vida que supera la obsesión por las diferencias y promueve la paz y la felicidad para la sociedad en su conjunto.” 1--Daisaku Ikeda
Para Ikeda, la comprensión de que todo ser humano posee el mismo sentido de humanidad es de suma relevancia (©Adisa/Dreamstime.com)
Hoy, la humanidad debe confrontar la realidad ineludible de su diversidad y la necesidad imperiosa de apreciar y trascender las diferencias.
Por ello, el fomento del sentido de pertenencia a una misma familia humana es una preocupación central para Daisaku Ikeda.
Asimismo, busca esclarecer y elucidar valores universales, que alienten e incentiven la expresión plena de nuestra humanidad y que sean compartidos por habitantes de todos los confines.
Se trata de valores que parten del respeto por la dignidad de la vida, como el amor paternal o maternal, el esfuerzo, el altruismo o la solidaridad.
Ikeda no pretende reducir todo a una unicidad anodina; más bien, considera importante el respeto de las características únicas de cada cultura y persona, que se manifiesta a través del diálogo.
Ikeda puede realizar aportes para que los principios y valores budistas tengan relevancia y una aplicación nueva a través de su conocimiento de la literatura y la filosofía clásicas de Oriente y Occidente. (Milán, Italia, junio de 1981)
Por ello, Ikeda promueve el diálogo y el intercambio entre diversas tradiciones con el fin de estrechar lazos solidarios en beneficio de todo el género humano.
En especial, Ikeda está consagrado a explorar los aspectos de la filosofía budista que brindan claves importantes para que las sociedades modernas puedan encontrar un camino para su transformación y el empoderamiento de los individuos.
Ese pensamiento se ve reflejado en su proceder y en su multifacética expresión oral y escrita.
Ejemplo de ello son las conversaciones que Ikeda ha mantenido con diversas personalidades del mundo, en las cuales ha restadado el pensamiento de los grandes literatos y pensadores de Oriente y Occidente de todas las épocas –sea Hsün-tzu, Chou Tun-i, Víctor Hugo o Goethe, sea Ralph Waldo Emerson o Walt Whitman— y ha extraído elementos convergentes para conducir a la humanidad hacia la felicidad y la justicia.