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septiembre 08, 2008

China: Se celebra el 3º Foro Mundial de Sinología

El 8 y el 9 de septiembre de 2008, se llevó a cabo la tercera edición del Foro Mundial de Sinología, en el Centro de Exposiciones de Shanghái, China. El coloquio, que reunió a cuatrocientos expertos, fue titulado "Desafíos y esfuerzos compartidos: Trabajo conjunto por un mundo mejor" y estuvo patrocinado por la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, la Oficina de Información del Consejo de Estado de la República Popular China y la Oficina de Información de Shanghái.

En el día inaugural se festejó el 40º aniversario de la propuesta formulada por Daisaku Ikeda, presidente de la SGI, a favor del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre la China y el Japón. El presidente Ikeda fue nombrado consejero del comité organizativo del foro, a instancias de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, de la cual es profesor honorario desde diciembre de 2002. El director general de la SGI de Hong Kong, Lee Kong Sau, dio lectura al discurso enviado por el líder de la SGI durante el acto de apertura. Asimismo, se presentaron en el podio Wolfgang Clement, ex ministro de Economía y Trabajo de Alemania, y Lawrence J. Lau, presidente de la Universidad China de Hong Kong.

En su mensaje, Daisaku Ikeda señaló que el historiador británico Arnold Toynbee había manifestado un profundo interés en la sabiduría de los pueblos de Oriente y había albergado expectativas en que esta sapiencia contribuyese al desarrollo de una civilización más humana que priorizara la coexistencia pacífica. Luego, destacó ocho características del pueblo chino, entre ellas su rica historia imperial de más de dos milenios; su espíritu global; su pragmatismo basado en las doctrinas confuciana y budista; y su ética humanista basada en el confucianismo.

El presidente Ikeda citó palabras de Zhang Zai (1020-1077), autor de Dedicatoria occidental, para ilustrar que la disciplina filosófica confuciana contenida en su pensamiento buscaba la felicidad y la prosperidad de las personas. La sentencia de Zhang –"La materia que colma el universo es mi cuerpo, y lo que lo guía, mi naturaleza. Todas las personas son mis hermanas y todas las cosas mis compañeras"— coincide en esencia, afirmó, con el concepto budista del "origen dependiente", que indica que todas las cosas mantienen una relación de interdependencia mutua.

Daisaku Ikeda, explicó que había realizado el llamado, en 1968, en pos de la normalización de las relaciones entre la China y el Japón, sustentado en la convicción de que los lazos fraternos entre ambos países eran cruciales para asegurar la paz no solamente en la región asiática sino en el orbe entero. Luego, hizo patente su admiración por el legado espiritual del pueblo chino y concluyó su mensaje asegurando que dicho patrimonio espiritual y filosófico se convertiría en la savia vital orientadora de la relación de cooperación entre los pueblos del mundo en aras de la paz.

Posteriormente, el presidente de la Academia de Ciencias Sociales de Shanghái, Wang Ronghua, observó que la histórica declaración del líder de la SGI fue algo que requirió un considerable grado de coraje ya que en aquella época se vivía un momento de gran tensión entre ambos países.

[Basado en el artículo publicado el 11 de septiembre de 2008 en el Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón.]

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