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diciembre 15, 2009

Reconocimiento: Universidad Enrique Díaz de León, México

Daisaku Ikeda, presidente de la SGI y fundador de la Universidad Soka, recibió el título de Doctor Honoris Causa de la Universidad Enrique Díaz de León, situada en Guadalajara, Jalisco, México. La ceremonia de entrega fue efectuada el 15 de diciembre de 2009, en la Universidad Soka, localizada en la ciudad de Hachioji, Tokio, Japón, ante la presencia del alumnado y del cuerpo académico y administrativo de la casa de estudios superiores nipona. Claudia Robles Morales, vicerrector académico de la institución educativa mexicana, tuvo a su cargo colocar los símbolos honoríficos en manos de Hideo Yamamoto, presidente de la Universidad Soka, quien concurrió en reemplazo del señor Ikeda.

De izquierda a derecha: Yoshihisa Baba, vicepresidente de la Universidad Soka; Mtro. Alberto Fernando Velasco Vera, coordinador de Comunicación Social de la Universidad Enrique Díaz de León; LAE. Claudia Robles Morales, vicerrector académico de la Universidad Enrique Díaz de León; Hideo Yamamoto, presidente de la Universidad Soka; Yasunori Tashiro, presidente de la Junta Administrativa de la Universidad Soka; y Hideaki Ishii, presidente del Instituto Superior Soka para Señoritas.

De izquierda a derecha: Yoshihisa Baba, vicepresidente de la Universidad Soka; Mtro. Alberto Fernando Velasco Vera, coordinador de Comunicación Social de la Universidad Enrique Díaz de León; LAE. Claudia Robles Morales, vicerrector académico de la Universidad Enrique Díaz de León; Hideo Yamamoto, presidente de la Universidad Soka; Yasunori Tashiro, presidente de la Junta Administrativa de la Universidad Soka; y Hideaki Ishii, presidente del Instituto Superior Soka para Señoritas.

Al tomar la palabra, la vicerrector académico Robles Morales, especialista en administración de la educación y psicología educativa, inició su discurso transmitiendo los cordiales saludos de su comunidad universitaria y del rector Héctor Manuel Robles Ibarría. Luego, la educadora mexicana expresó: "[E]l compromiso de la Universidad Enrique Díaz de León no termina con enseñar diariamente en el aula de clases, así como el aprendizaje tampoco termina en la universidad, sino que seguimos estableciéndonos con mayor responsabilidad metas institucionales. Sabemos que la condición de estudiantes se ostenta más allá del tiempo que pasamos en las aulas. Se extiende a lo largo de los años, en la exploración de la verdad, del desafío de cualquier dogma y de la solidaridad social. (…) Somos una universidad que tenemos la firme vocación de transmitir el conocimiento, pero más aún, la firme convicción de profesar el respeto a la dignidad humana. Por eso, estamos convencidos de profesar una cultura de paz, de ética, de contribución y compromiso social, así como de solidaridad y conciencia global. La Universidad Enrique Díaz de León reconoce la labor incansable e incondicional de aquellas personas con las que compartimos la preocupación por tener un mundo mejor y que han perseverado en la labor de fomentar una cultura de paz duradera y felicidad humana. Estamos convencidos que el doctor Daisaku Ikeda no solo cumple este perfil, sino que lo rebasa ampliamente, pues ha trabajado incansablemente por conseguir un mundo con paz duradera, sustentada en el respeto a la dignidad fundamental de la vida y en la transformación de la vida individual, más que de la sociedad o de las reformas estructurales del Estado. (…) Por todo lo anterior, la Universidad Enrique Díaz de León ha decidido reconocer con la máxima presea universitaria al doctor Daisaku Ikeda, otorgándole el título de Doctor Honoris Causa, por su incondicional labor en beneficio de la paz mundial y la solidaridad humana".

Posteriormente, Yoshihisa Baba, vicepresidente de la Universidad Soka dio lectura a un discurso de agradecimiento enviado por Daisaku Ikeda. El presidente de la SGI señaló: "Hoy vuelven a mi memoria las imágenes del vibrante pueblo tapatío, tan rebosante de vigor y de esperanza, que conocí en mi estadía en Guadalajara, en marzo de 1981. En aquella ocasión, comprendí que el pueblo mexicano era poseedor de una fina identidad de ciudadanía mundial, pues no he visto ningún otro que abra su corazón con amistad tan genuina. (…) Profundamente honrado y lleno de gratitud por el significativo galardón académico que me concede la Universidad Enrique Díaz de León, deseo declarar mi voto de cumplir con solemnidad el deber que se me encomienda con este reconocimiento. (…) 'Enseñemos el buen camino a la juventud' (Signemus viam vitae juventuti), reza el blasón de la Universidad Enrique Díaz de León. (…) Mi vida entera ha estado orientada hacia ese único propósito: buscar el buen camino. Cuando yo tenía diecinueve años de edad, conocí a Josei Toda (1900-1958), mi maestro de la vida. Él, un defensor a ultranza de la paz, se convirtió posteriormente en el segundo presidente de la Soka Gakkai. El primer encuentro con mi mentor ocurrió en el verano de 1947, dos años después de finalizada la Segunda Guerra Mundial. Aquel día, yo le pregunté cuál era el camino correcto que debía transitar todo ser humano en la vida. Ese fue el inicio de mi búsqueda insaciable de la senda correcta para seguir. Y fue mi mentor, Josei Toda, quien antes de fallecer me confesó su sueño de conocer México. Por eso, ruego que me permitan compartir este honroso reconocimiento con mi amado maestro. (…) Hace veintiocho años, cuando se concretó mi viaje a México, tuve la oportunidad de pronunciar una conferencia en la Universidad de Gualajara, que es alma máter de nuestros ilustres visitantes. Me permitieron dictar la conferencia titulada 'El espíritu poético mexicano' en un solemne recinto que precisamente hacía homenaje, con su nombre, al gran exponente de la educación mexicana, Enrique Díaz de León (1893-1937). (…) Es sabido que [Enrique Díaz de León] concibió la educación como un derecho de todos y no, como privilegio de unos cuantos. La Universidad Enrique Díaz de León es un palacio del saber que corporifica ese noble ideal y abre ampliamente sus puertas a numerosos hombres y mujeres desde 1969, cuando fue establecida como Instituto Vocacional Enrique Díaz de León. (…) A partir de hoy, como doctor honorario de la Universidad Enrique Díaz de León, he de obrar yo también regido por la consigna 'Educar es nuestra vocación; trascender, nuestra misión'. Y, en honor a los colores de su escudo—como el gules, que denota victoria; el azul, que indica justicia, y el oro, que representa la nobleza—, finalizo mis palabras invitando a los jóvenes de nuestros pueblos a actuar con nobleza, luchar por la justicia y conquistar la victoria de la vida".

[Fuente informativa y fotográfica: Seikyo Shimbun, diario de la Soka Gakkai, Japón. Este artículo es un resumen de la cobertura informativa publicada el 16 de diciembre de 2009.]

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