Iluminación
Cuando la gente se entrega al pesimismo, es como si su corazón se ocultara detrás de un manto de nubes grises que no deja penetrar la alegría o la esperanza. El budismo es una filosofía de supremo optimismo, […] que no da cabida a la desesperación; en lugar de ello, infunde un torrente de esperanza y abre la posibilidad de una felicidad sin límites.
[El capítulo «La tierra de los tesoros», volumen 6 de La nueva revolución humana]
Durante toda su vida, Shakyamuni alentó a las personas con voz clara y resonante. Un texto budista afirma que el Buda recibía con los brazos abiertos, cálidamente, a todas las personas con quienes se encontraba y les hacía saber lo feliz que se sentía junto a ellas. En todas sus interacciones, expresaba afecto, alegría y cordialidad. […] Para infundir calma y animar a todos a hablar, Shakyamuni siempre rompía el hielo iniciando el diálogo. La elocuencia y la sinceridad de Shakyamuni eran tan poderosas que permitieron al budismo difundirse y ganar amplia aceptación en la sociedad de su época.
[Discurso en una conferencia de representantes de la SGI-USA, Hawái, 28 ENE 1995]
El aspecto en que el budismo se aparta radicalmente de las filosofías y religiones anteriores es en haber reconocido la existencia de la Ley —el poder interior ilimitado—, en la vida de cada individuo, para resolver todos los sufrimientos en el nivel más esencial. […] El budismo es una enseñanza de humanismo sin parangón, que cree en el potencial ilimitado inherente a cada ser humano.
[Disertación sobre El logro de la Budeidad en esta existencia]
El budismo considera que todos los colores y aromas, todos los seres animados e inanimados —las aves y los animales, los seres humanos, las flores, los árboles y la hierba—, es decir, la infinidad de fenómenos diversos y maravillosos del universo, sin excepción, […] son expresiones de la naturaleza de buda.
[Serie de ensayos «Mis viajes alrededor del globo: El mundo es mi hogar», Seikyo Shimbun, 14 DIC 2003]
El budismo no es una práctica divorciada de la realidad: existe en contacto con la realidad, confrontando directamente el sufrimiento humano y enseñando la manera de trascenderlo. El budismo existe para transformar este mundo de aflicciones y desventuras en un mundo de esperanza. En suma, el budismo existe en el aquí y ahora, no en un sitio lejano.
[Discurso en una conferencia de representantes por división, Tokio, 17 SEP 2006]
El logro de la budeidad no es un «punto de llegada» ni un «estado especial»; antes bien, es un trayecto, una órbita. […] Entrar firmemente en esta órbita —manifestar la budeidad— significa afianzar en nuestra vida el deseo ardiente de ser felices y de hacer felices a otros, y actuar siempre de manera constructiva y coherente con ese propósito.
[La sabiduría del «Sutra del loto»]
La enseñanza budista más elemental afirma que todo se transforma, que todo es una sucesión interminable de cambios. Nada existe en una quietud inmóvil. En esta realidad cambiante de la cual nunca podemos abstraernos, en medio del «fango» de la realidad, el budismo existe para ayudarnos a establecer un estado de suprema esperanza y plenitud, y a orientar la sociedad y el medio ambiente en dirección a la paz y la prosperidad.
[Diálogo con el especialista francés en estudios budistas Serge-Christophe Kolm, Seikyo Shimbun, 22 MAY 1990]
Lograr la iluminación no es disponernos a un viaje interminable hasta llegar a ser budas de aspecto divino, envueltos de luz; antes bien, es emprender una transformación profunda en nuestro propio ser. […] En otras palabras, no se trata de practicar para llegar, algún día, en el futuro, a la cumbre más alta de la iluminación, sino de asumir una lucha interior constante, momento a momento, entre dos rumbos
[Disertación sobre El logro de la Budeidad en esta existencia]
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